Aumento en la regulación y cumplimiento de estándares internacionales, ponen en movimiento a financieras que otorgan microcrédito, y dan oportunidades de financiamiento a sectores donde la banca tradicional no llega por altos costos de operación, bajos márgenes de ganancia y mayor toma de riesgos.
La adaptación a un régimen normativo más estricto.
La tendencia, presente y futura, oscila hacia regulaciones más severas y costosas para las instituciones financieras, que deberán compensar mayores cargas con polÃticas de innovación para mejorar en eficiencia y rentabilidad.
Si bien las instituciones de la región están saneadas, la adecuación a nuevos criterios internacionales y puesta en práctica de una polÃtica integral de riesgos, ayudarán a conjurar el peligro de la autocomplacencia, a lo que se suma el cambio a Gobiernos Corporativos reales en empresas del sector microfinanzas.
La tendencia de sesionar Consejos de Administración y Comités ficticios o dedicando solo 10 minutos para continuar en sesión de Consejo de empresas consideradas más importantes, cuando las financieras forman parte de grupos empresariales, es una práctica que ocurre, lamentablemente en todos los niveles de la Banca. Los reguladores tienen que generar los controles para validar que estas sesiones se efectúen.
El viento de cambio, nos guste o no, es un hecho en las empresas del sector financiero. Se puede argumentar que el mundo siempre ha estado y estará en movimiento. Es cierto, pero si miramos alrededor, parece que ese proceso de cambio es más intenso hoy que nunca, en la polÃtica, en la economÃa y en la sociedad en general.
Nada es como solÃa ser hace pocos años, y las empresas y organizaciones tienen que adaptarse a una realidad distinta y crecientemente inestable, esta tendencia al cambio permanente es el resultado de diversos factores.
Se han identificado siete factores de cambio: entorno global, marco regulatorio, gestión del riesgo, cambio demográfico, comportamiento del consumidor, innovación y tecnologÃa. Son siete palancas que están moviendo el mundo y que tienen un gran impacto sobre las entidades financieras.
Estos cambios, en conjunto, tienen un impacto potencial de transición sobre las instituciones financieras de la región, afectan su modelo de negocio y podrÃan llegar a alterar el posicionamiento en sus respectivos mercados.
Pero los riesgos que se derivan de estas tendencias tienen su contraparte positiva en las múltiples oportunidades que ofrece un escenario de esas caracterÃsticas. Las entidades con más posibilidades de salir fortalecidas serán aquellas que actúen con determinación y flexibilidad y, en especial, las que sean capaces de afrontar con éxito la adaptación a un régimen normativo más estricto.
