Calificadoras de valores en línea con el cambio climático
- Mónica González
- 21 dic 2016
- 3 Min. de lectura
Seguramente has leído y escuchado mucho sobre el cambio climático y las acciones que empresas y gobiernos están tomando alrededor del mundo para combatir los efectos que las emisiones de gas invernadero y otros contaminantes tienen sobre la temperatura global y sus consecuencias.

El tema ha tomado mayor relevancia con la formalización del compromiso de las naciones alrededor del mundo con el Acuerdo de París; lo que antes fue una discusión científica, ahora es una cuestión de relevancia para calificadoras como Moody's y Standard&Poor's que ven un mayor riesgo en las compañías y gobiernos que no están preparados para el cambio climático y les serán dadas calificaciones crediticias menos favorables que serán tomadas en cuenta por los inversores.
Moody’s lo tiene claro, le interesa la implementación del Acuerdo de París, un mercado de bonos verdes en apogeo y una infraestructura verde. Las implicaciones crediticias las observa en tres sentidos: transición de carbón es un riesgo para sectores industriales y productores del mineral; riesgo soberano de mediano plazo para naciones altamente dependientes de las ganancias por hidrocarburos o susceptibles de los efectos ocasionados por el cambio climático; incertidumbre en la política de emisiones de gas invernadero que pongan en riesgo la implementación de las medidas del Acuerdo de París.
Standard&Poor´s por su parte identifica un impacto significativo del cambio climático en el largo plazo para bancos, aseguradoras, administradores de fondos y compañías de servicios financieros, al estar expuestos a riesgos operacionales y reputacionales. La calificadora indica que mientras las compañías pueden verse afectadas por un incremento de préstamos incobrables, caída del valor de los activos y reclamos de seguros más frecuentes, el cambio climático puede llevar a costos regulatorios adicionales y posibles desafíos legales por parte de activistas.
Así las Aseguradoras deben fortalecer sus modelos de exposición al riesgo, es decir, qué tan preparados están para hacer frente a los nuevos retos que trae consigo el cambio climático.
Para los Administradores de Fondos la cuestión es simple, efectividad en colocar el dinero de los inversionistas en activos amigables con el medio ambiente.
Los Bancos deben favorecer las inversiones en bonos verdes y créditos en empresas eco-friendly, al tiempo que limiten su exposición a empresas y activos con alta sensibilidad al cambio climático, de no hacerlo el rating otorgado se verá afectado. Por otra parte, si la institución incorpora en la estrategia de administración de riesgos estos elementos, mejora significativamente su perfil de negocio, fortalece la estabilidad de sus ganancias y su participación en el mercado.
Las microfinancieras deben seguir la tendencia del sector y a considerar el otorgamiento de créditos a empresas eco-friendly donde pueden ver disminuido su riesgo y encontrar una buena oportunidad de negocio.
Las grandes empresas que están conscientes de los retos que trae consigo el cambio climático, no sólo en la temperatura global sino en sus bolsillos, ya están actuando al incorporar fuentes de energía renovable y otras medidas en la operatividad de sus negocios como es el caso de Apple, Google, Bank of America y General Electric, y muchas más ya tienen planes de hacer lo propio.
Las empresas de todos los sectores tienen una gran área de oportunidad, deben de considerar en sus planes de negocio y presupuestos la implementación de fuentes de energía renovables y prácticas a favor del medio ambiente, ya que de ello dependerá su capacidad de ser sujetos a crédito por un sector financiero con políticas sensibles en este tema.
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