Microfinanzas: gestión de riesgo acotada por la legislación vigente

La gestión de riesgos muchas veces está relacionada con el costo-beneficio de las Microfinancieras y en México no es la excepción, ya que la Administración de Riesgos se implementa solo cuando lo dice de forma tajante la regulación, y las entidades financieras están sujetas a ser auditadas por el regulador o auditores externos.

Otro tema es la segregación de funciones y la displicencia de las autoridades en temas de independencia del área de Riesgos respecto a las áreas de negocio. En las firmas del sector Microfinanzas, por un lado la disposición dice que se debe velar por la independencia de las áreas de riesgos; y por el otro deja a discreción de la institución asignar esta responsabilidad a un ejecutivo del área de negocio, ya que esta permitido cuando no se tiene cierto nivel de capitalización.

Lo anterior, basado en el nivel de operación de las Sociedades Financieras Populares y de su Capital, pero al final del día un crédito otorgado o un depósito tomado de un cliente se tiene que gestionar bajo los mismos estándares de administración de Riesgos, por lo que la autoridad tendría que estandarizar esta práctica, para evitar otro caso como el de Ficrea.

Si bien, a partir de la reforma financiera del 2014 se dio más fuerza a la Gestión de Riesgos, no se consideró el Riesgo Operacional para el cálculo de consumo de capital de las Sociedades Financieras Populares, esto tal vez porque el tamaño de su operación y de sus empleados son pequeños, menos de 40, pero esta displicencia puede costar caro, ya que se concentra en algunos ejecutivos mucha funciones que los hacen juez y parte de la operación, esto basado, como ya lo comente en costo-beneficio.

La gestión de Riesgo Operacional en las disposiciones vigentes de las SOFIPO´s solo es una definición y un párrafo donde solicitan que sea gestionado, lo que causa confusión dentro de la organización, y más aversión al cambio, pero deja expuesta a la organización a un riesgo potencialmente letal.

Mientras que los riesgos de mercado, liquidez y crédito se gestionan de una manera más activa, es necesaria mayor profesionalización, ya que a partir de este año se tiene que realizar una auditoria anual a estas instituciones.

Pero no todo es malo, al interior de las Sociedades Financieras Populares hay equipos de trabajo muy profesionales, encabezados por Consejos de Administración y Dirección General que están implementando una práctica profesional de gestión de Riesgos para seguir blindando su capital y proteger la operación, lo que les dará un valor agregado y una ventaja comparativa con sus pares.

Estas financieras, que por ahora son la minoría, dejan a un lado su nivel de capital y de operación y privilegian la inversión en una Gestión de Riesgos activa y real, antes que escudarse en una regulación relajada y con muchas áreas de oportunidad.

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