¿Crecimiento de México en 2017 afectará las elecciones de 2018?
- Julián Fernández
- 27 feb 2017
- 4 Min. de lectura
La economía mexicana se encuentra en un proceso de ajuste, atribuible preponderantemente al factor Trump, en donde se presentarán algunas sorpresas y nos permite estimar, en una forma preliminar, una desaceleración de la actividad económica para este 2017, o un crecimiento cercano a cero, poniendo en riesgo los futuros resultados de las elecciones presidenciales del 2018 para México.

A un mes de la toma de posesión del Presidente Donald Trump y después de una serie de órdenes ejecutivas firmadas, entre las que se destacan: la cancelación del Acuerdo de Asociación Transpacífico, la encomienda de la construcción de un muro en la frontera con México, la prohibición de que ciudadanos de varias naciones del medio oriente entren al país, la deportación de indocumentados mexicanos y un próximo anuncio de un ambicioso paquete de estímulo fiscal a la economía norteamericana.
Continuando con la tendencia observada a finales del 2016, sumando el efecto inflacionario derivado del aumento a los precios de la gasolina y la inminente renegociación del TLCAN, nuestro escenario más probable es que Estados Unidos opte por negociar acuerdos bilaterales de Libre Comercio con Canadá y México de manera independiente.
De continuar con estos planes y la creciente tendencia, estimo que el PIB de México será cercano al de una recesión para el cierre del 2017.
Sin embargo, durante el último bimestre del 2016, la economía presentó una inesperada aceleración, a pesar de la victoria del candidato Trump. Por una parte se empezó a recuperar la manufactura y las exportaciones, siguiendo la recuperación de la manufactura en Estados Unidos, y por otra parte el mercado interno presentó una fuerte resistencia, al aumentar el flujo de remesas y el empleo. En la cifra definitiva que publique el INEGI al cierre del 2017, se observarán meses de contracción económica, a pesar de la inercia con la que terminamos el año pasado.
Cabe mencionar que nadie espera una caída del PIB significativa hasta ahora. Lo que tenemos enfrente no es una crisis parecida a la recesión derivada de la crisis hipotecaria del 2008. A pesar de la gravedad de los efectos que podríamos tener al abrirse la negociación del TLCAN y al anunciarse el paquete de estímulos fiscales para la economía estadounidense, hay algunos otros elementos que lo compensan; por ejemplo, la recuperación de la manufactura en Estados Unidos es una muy buena noticia para la economía exportadora y manufacturera de México y los precios del petróleo están al doble que el año pasado en dólares.
Mi estimación para el PIB del 2017, una de las más bajas del mercado, un crecimiento de entre el 0.8% al 1.2% anual, asegurando que durante el año veremos una disminución en el consenso de los demás analistas sobre el PIB, conforme conozcamos nuevos datos.
Si así estamos viendo el comportamiento de la economía para este año, ¿Cómo impactará el 2017 en las elecciones presidenciales de México del 2018?
El mayor peligro que podría resultar para México en las elecciones presidenciales del 2018, sería una victoria del seguramente candidato a la presidencia del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, y es que son muchos los ciudadanos preocupados y temerosos por el avance de AMLO en las encuestas, y es ese temor y preocupación la que orillaría a más electores a votar por él.
Sin embargo, existen factores que demuestran que esta tendencia no continuará y llevarán a Morena, junto con AMLO a perder las elecciones presidenciales del 2018.
Actualmente las encuestas que asustan a la población son poco confiables, igual que las que fallaron en las dos elecciones anteriores, basando ese temor en datos especulativos; La ciudadanía está en busca de una alternativa no partidista, ya que falta que se perfilen los candidatos de los tres principales partidos, además de Morena, y los aspirantes independientes; La clase política, el sector empresarial, las academias y la iglesia buscan que en México no se repitan fenómenos como el de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela; y a estrategias bien planteadas por cada uno de los partidos políticos.
En el PAN la contienda parece haberse centrado entre las precandidaturas de Margarita Zavala y Ricardo Anaya, una señal de que el partido ha sacado lo mejor de sí y ha colocado su responsabilidad histórica por encima de las ambiciones personales y los liderazgos individuales. Por otro lado, la candidatura de Josefina Vázquez Mota al Estado de México cuenta con el apoyo de toda la fuerza del partido a favor de un fin común: la victoria del PAN en el Estado de México. Y es que, si ganan el Estado de México, los azules llevarán una gran ventaja al 2018.
En el PRD, Miguel Mancera y un sector hegemónico del partido, trabajan en una inteligente y ambiciosa propuesta para ofrecer una alternativa real, no partidista, más ciudadana, que podría convertir a los amarillos en el eje de un cambio en 2018.
Por su parte el PRI, iniciará la etapa en donde el Gobierno Federal capitalizará los aspectos positivos de la gestión de Enrique Peña Nieto, para regresar al partido tricolor a posicionarse en la carrera presidencial del 2018.
Lo cierto es que la contienda por la silla presidencial en el 2018 apenas empieza, y el resultado del comportamiento económico de México del 2017 tendrá mucho peso en la decisión de la votación de los ciudadanos, no debemos dejarnos llevar por el pánico y el miedo, cuidando de no seguir un “verdadero cambio” falso.
Recuerden que la amenaza para México no se llama Trump, sino que la amenaza es la desinformación. México debe de ser inteligente y tomar la mejor decisión para el país.

Julián Fernández es analista bursátil y asesor en estrategia de inversión en México.
Twitter: @julian_ferdez
Comments