Acompañando la publicación de la llamada Ley Fintech y sus disposiciones secundarias, vino el plazo establecido por el regulador para cumplir con los requerimientos necesarios para operar en México. A partir de entonces, las empresas Fintech susceptibles de ser reguladas, han centrado su atención en la obtención de este permiso, pero no deben olvidar que este trámite es tan sólo el comienzo de "vivir" como una entidad supervisada permanentemente por el regulador.
El trámite para obtener la autorización, ha generado gran expectación entre la comunidad Fintech, ya sea porque la gran mayorÃa se está "estrenando" en el mundo regulado y no tiene experiencia; o porque, al igual que la mayorÃa de instituciones consolidadas, la carga regulatoria resulta agobiante y costosa. Cualquiera sea el caso, la realidad es que el plazo está próximo a vencer y aquellas Startups que deseen continuar operando deberán presentar su solicitud a más tardar el 25 de Septiembre.
Superar la "prueba" inicial es sólo el comienzo, las Startups autorizadas deben integrar en su operación diaria el control interno y gestión de riesgos, planes de continuidad de negocio, entre otros; en otras palabras, ser una entidad regulada es mucho más que un manual o contar con un Oficial de Cumplimiento, que dicho sea de paso, el primero es sólo un texto si no se implementa, mientras el segundo, requiere una dosis de experiencia que permee la ejecución del resto de los colaboradores.
El reto para las Startups es avanzar al siguiente nivel, donde un modelo de negocio novedoso, atractivo y tecnológicamente vanguardista se corone con una estructura de cumplimiento sólida, que si bien llevará su proceso de maduración, tenga como objetivo primordial la protección de sus clientes, generación de confianza y evitar un problema sistémico en caso de no profesionalizar sus actividades.
Mónica González es Co founder y Directora Ejecutiva de GRC Training2Grow.
monica.glez@businessgrc.com
