De los pocos temas que ha logrado concretar la actual administración Trump, es la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y este miércoles comienza la primera ronda de negociaciones para actualizar y revisar este acuerdo trilateral que se firmó en diciembre del 1992.
La bandera de Trump es terminar con los "beneficios" que Estados Unidos otorga a los paÃses del área, para que toda la riqueza se concentre solo en su paÃs, por lo que ha generado iniciativas para que esto ocurra, el cobro de aranceles a la madera de Canadá o la repatriación de producción de autos a Estados Unidos, entre otras más.
El miércoles inician las negociaciones en temas laborales y de controversias comerciales, respecto a este último, los negociadores de Estados Unidos buscarán que ya no existan paneles binacionales para que los exportadores de los tres paÃses apelen a imposición de cuotas arancelarias en la región, esto por supuesto "dumping" o subsidios a la producción, en otras palabras, buscarán eliminar el capÃtulo 19 del tratado a todo lo que tenga un subsidio.
En este sentido, Canadá ha manifestado su desacuerdo, mientras que México plantea que se modernicen los mecanismos para solución de controversias, pero no que se eliminen.
En el tema laboral, la administración Trump replica los objetivos del Tratado TranspacÃfico de Asociación Económica (TPP), un acuerdo entre 12 paÃses que el presidente estadounidense se negó a firmar por considerar que Estados Unidos estaba en desventaja en temas comerciales, laborales y de flujo de capitales.
Estados Unidos busca replicar los objetivos del TPP de apelar al derecho a la libre asociación, pero también a crear en la región condiciones aceptables con respecto a salarios mÃnimos, horas de jornadas, seguridad y salud en el trabajo, lo cual no suena mal en la teorÃa, pero la diferencia en los costos de producción y mano de obra es lo que da ventaja a los paÃses, algo que al parecer está pasando por alto, por ejemplo en la industria automotriz, al sacar la producción de autos de México hacia Estados Unidos, el costo de dicho auto se verá incrementado afectando a la producción.
Asà como estos dos temas vienen otros más, y solo esperamos que los negociadores de los tres paÃses tengan bien claro que el comercio es el motor del crecimiento de la región.
