Rol de la Dirección en la Prevención de Fraudes

Los valores y principios son el código genético de las organizaciones, son definidos por la Dirección, quien los transmite de forma positiva o negativa e inculca una forma de hacer las cosas que impacta la gestión del entorno de control en todos los niveles de la empresa. Se transmiten con el ejemplo, desde los órganos de gobierno, de la Alta Dirección a todas las personas de la organización. Los mensajes de los dirigentes llegan a todas las áreas y una vez adoptados por todos los miembros de la organización se convierten en su cultura, su sello empresarial y por el cual es conocida la empresa en su entorno de clientes, bancos, proveedores y demás interesados.

No importa que tanto se escriba en la Visión o Misión de las empresas, o en los valores éticos y principios que rigen sus negocios; si la Dirección y alta gerencia demuestran antivalores se creará la cultura del antivalor.

Aspectos que refuerzan la cultura de valores éticos:

Conductas que promueven la cultura de anti valores

Fraude perpetrado desde la Dirección o alta gerencia

La Dirección y la alta gerencia están en una posición de privilegio, puesto que disponen de poder y capacidad para anular controles. Estadísticamente alrededor de 80 por ciento de los fraudes son perpetrados por miembros del Consejo de Dirección o con alguna posición de privilegio en la organización, en su mayoría son hombres en edades entre 36 y 55 años y que tienen más de 6 años en la organización, aprovechan la tecnología y el conocimiento que tienen de las entidades.

En resumen, el 80 por ciento de los fraudes podrían ser prevenidos si los órganos de gobierno corporativo están compuestos por personas con altas calidades, principios y valores incuestionables.

Álvaro Rincón Céspedes es Director de Auditoría, experto en estrategia, negocios, evaluación de proyectos y transformación empresarial en la región andina y el Caribe (Colombia, Ecuador y República Dominicana).

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