El sector microfinanzas ha tenido un crecimiento exponencial a partir de 2014, año de la puesta en marcha de las reformas financieras donde los temas de Inclusión Financiera, PLD, CONDUSEF, Fondeo vÃa emisión de Deuda en Bolsa y Gestión de Riesgos han tomado fuerza y ya han alcanzado a la mayorÃa de estas firmas que integran el Sistema Financiero Nacional.
Ahora viene el momento de tomar decisiones importantes hacia el interior de las organizaciones del sector y buscar iniciar o consolidar la transformación de su Gobierno Corporativo, donde en algunos casos el Presidente del Consejo es al mismo tiempo el CEO y Director General, y comenzar a crear y fortalecer sus órganos de gobierno más allá de un Comité de Crédito, de Comunicación y Control.
Los principales factores que están motivando a implementar las mejores prácticas en organizaciones del sector son, entre otros: una mayor competencia entre ellas en términos de servicios y condiciones de crédito, incremento en los requisitos de obtención de fondeo y buscar mejores condiciones de contratación en términos de tasa de interés y plazo; por último, mayor atención del Regulador hacia este sector no solo en materia de PLD, sino en temas de Gobierno Corporativo, Administración de Riesgos y Control Interno. Este mismo escenario se presenta en Latino América, principalmente en Colombia, Perú y Chile.
En este sentido, empresas del sector que ya están avanzadas en el proceso regulatorio y, en algunas de ellas he podido constatar que, solo tienen el acrónimo E.N.R porque en la realidad se gestionan como entidades Reguladas.
Aquà surge la pregunta que la alta dirección de las firmas Microfinancieras se hacen y que muchos ya lo saben, transformarse de Entidad No Regulada (E.N.R) a Entidad Regulada (E.R), y la mayorÃa está optando por implementar mejores prácticas y mantenerse como E.N.R, ya que prefieren, entre otros temas, invertir en implementaciones de éstas últimas, antes que una cuota de inspección anual que oscila entre los 300 mil pesos en el menor de los casos, hasta los 2 millones de pesos.
Actualmente existen solo 32 Sociedades Financieras (E.R) y de ellas solamente 8 no forman parte ni tienen vÃnculo patrimonial con algún Banco o Grupo Financiero, con un mercado definido y no precisamente de inclusión financiera. Sin embargo, en algunos casos, el ser E.R no garantiza las mejores prácticas, es un tema más de ética profesional, donde no existe un Gobierno Corporativo ni estrategia de negocio, y por si fuera poco, maquillan su cumplimiento de gestión ante el regulador, lo que las llevará tarde o temprano a cerrar sus puertas.
Mientras que, existen 1,489 Entidades Financieras no reguladas que, por ahora solos les aplica la supervisión en materia de PLD/FT, y un gran número de ellas, están en proceso de fortalecer sus estructuras internas en miras de obtener una calificación crediticia, incrementar accionistas, cubrir con los requisitos para emitir deuda en Bolsa y sobre todo para dar mejor servicio a los clientes.
En el caso de Latino América el escenario no es muy diferente de México, donde los reguladores locales y las condiciones de mercado están llevando a las Microfinancieras de la región a migrar hacia mejores prácticas. En el caso de Colombia tenemos la fortuna de asesorar en la implementación de Basilea III (Riesgo de Liquidez) a una financiera que busca estar a punto, para colocar deuda al mercado y estar lo mejor calificada, para estar en lÃnea con las mejores prácticas internacionales, lo mismo podemos ver en firmas del sector de Perú y Chile.
AsÃ, queda claro para donde están apuntando los miembros de los Consejos de Administración de las Financieras en México y LATAM, que prefieren invertir en mejores prácticas antes que pagar cuotas de supervisión.
